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Mostrando entradas de agosto, 2017

Sueños por lo alto

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Hay personas que viven por un sueño, por un proyecto, es lo único que tienen, una ilusión, una misión, una misiva en sus vidas. En la NFL un proyecto es prácticamente tu oportunidad de trabajo. Hay personas que se reúnen para juntar una plantilla lo suficientemente competitiva y para ello necesitan años pero ante todo, suerte y cabeza. Ya les dije antes que hacer buenos drafts y agencias libres no es solamente ser un tipo inteligentísimo, calculador y perfecto al momento de tomar su elección, también tienes que tener a los dioses del football de tu lado, que sea lo que necesites y lo que esperas, o hasta más. Hay muchos casos de jugadores que parecían ser llamados a la gloria pero fracasaron vilmente, de la misma manera como hay muchos que parecen que llegaron a un equipo a jugar en special teams para siempre pero terminan convirtiéndose en leyendas.

De cuentos a novelas

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Hoy les vengo a hablar de un tipo. Un tipo que tenía todo para ser considerado uno de los mejores de toda la historia, con un brazo que podía cruzar la torre Eiffel si él quería, con una visión para descifrar cualquier defensa y cuando fuera. Pero que a final de cuentas, su cara de adicto a Morrissey, y su gusto para dejar plantadas las ilusiones y aspiraciones: hablo de Jay Cutler.

El auténtico problema de los Oakland Raiders (pseudo previa)

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Hoy ha llegado el momento de que hable de Jack Del Río. Yo, aficionado de los Oakland Raiders y escritor de este blog, (o intento de blog) de football americano. Les voy a decir que a mi Del Río no me gusta ni ahora, ni antes. No se si después empiece a hacerlo.  Y fui de los pocos que no estuvieron de acuerdo con su decisión de parte de Mckenzie el día que fue anunciado. No es que lo odie precisamente, pero sus Jaguars siempre me deprimieron. Nunca se me hicieron competitivos, ni con ganas de jugar ni nada. Para mi el equipo de Jacksonville siguen arrastrando esos problemas de apatía herencia de su enorme gestión que llevó nueve años. Tampoco es que su defensa se me hiciera muy poderosa, hablo claro de sus días en Denver. Siempre se me hizo una mala copia de John Fox que no tenía ni su disciplina ni su ojo crítico para hacer funcionar el reloj.