Sueños por lo alto

Hay personas que viven por un sueño, por un proyecto, es lo único que tienen, una ilusión, una misión, una misiva en sus vidas. En la NFL un proyecto es prácticamente tu oportunidad de trabajo. Hay personas que se reúnen para juntar una plantilla lo suficientemente competitiva y para ello necesitan años pero ante todo, suerte y cabeza.

Ya les dije antes que hacer buenos drafts y agencias libres no es solamente ser un tipo inteligentísimo, calculador y perfecto al momento de tomar su elección, también tienes que tener a los dioses del football de tu lado, que sea lo que necesites y lo que esperas, o hasta más. Hay muchos casos de jugadores que parecían ser llamados a la gloria pero fracasaron vilmente, de la misma manera como hay muchos que parecen que llegaron a un equipo a jugar en special teams para siempre pero terminan convirtiéndose en leyendas.



Al Davis sabía de eso. Mas haya de sus últimos años y malas decisiones la verdad es que tuvo un ojo exacto para traer jugadores de otras partes que parecían ser auténticos desastres terminaron siendo memorables. Jim Plunkett, Willie Brown, Rich Gannon o John Matuszak son algunos ejemplos. Pero además el tipo sabía muy bien qué y cómo buscar. Se me hace extraordinario como logró conseguir jugadores como Ted Hendricks o Mike Haynes en momentos tan álgidos en su carrera.

Y  Davis es un ejemplo perfecto de lo que un manager general debe hacer para mantener a su franquicia siendo tan competitiva: saber draftear y saber fichar. Los proyectos se hacen y se tardan años en armarse, por ello es importante tener la paciencia y visión. Algunos se preguntaban hasta el inicio de la temporada pasada como es que Reggie Mckenzie seguía en su puesto si después de 4 años los Raiders no pasaban de 19 victorias con 43 derrotas. Pues era porque su proyecto apenas estaba comenzando a tomar forma: primero barrer, traer un buen staff, y empezar a draftear, una vez que se tuvo un buen núcleo ha fichado y tan tan, tiene una plantilla competitiva. Claro que como les digo, mucho tuvo que ver la intensa paciencia de Mark Davis.

Por el contrario tenemos equipos como los Browns que parece que al final acaban de sentar cabeza sin embargo hace pocos años cambiaban de entrenador y gerente a lo bestia, aunque sus proyectos parecían tener por un momento un buen empuje, o una buena visión al final se quedaban en solo una ilusión ya que ellos mismos se encargaban de echarlo todo a perder, con fichajes y elecciones inentendibles y con staff’s sin pies ni cabeza. Sin embargo fue hasta el año pasado que parece que al fin lograron tomar un cierto plan interesante: una buena limpia, un buen ojo y a un año de la llegada de Hue Jackson se ve como un equipo más competitivo. Se está de acuerdo que están a un año o dos de ser competitivos, pero por lo menos parecen tener pies o cabeza.

Caso muy contrario a los Bills, de los que ya hable de ellos. Una de las franquicias con peor suerte. Han contado con buenos jugadores y en general no se puede decir que apesten o que no sean competitivos durante los años, pero cada proyecto que parece ser decente terminan ellos mismos por mandarlo a la basura. El ejemplo más próximo: este año, teniendo buenos jugadores con los cuáles iniciar un buen núcleo, ¿Qué hacen? Dejan ir a Mike Gilislee y a Sammy Watkins, entre otros a la defensiva. Está claro que el enésimo proyecto de Buffalo ha comenzado y que de nuevo, parece que esta vez si va en serio.

Así mismo, cada proyecto tiene su propio techo y edad. Hay los que caducan, simplemente eso, los que por donde le hagas si la edad de los jugadores termina, pues se acabo y debes ir a otra cosa mariposa, te pese o no. El caso que mejor me viene a la cabeza son los Eagles de Andy Reid: se esforzó tanto, pero tanto en hacer una gran plantilla que solo le faltó un quarterback decente para aspirarlo a todo. Sin embargo los primeros años de Reid al frente se encargó de hacer un equipo competitivo libra por libra: escogiendo cuidadosamente a sus jugadores a la defensiva y eligiendo y fichando algunos cracks al ataque. Y una vez que el proyecto se cayó supo reconstruirlo en el 2007 con un corte muy ofensivo. Cuando volvió a caerse quiso hacerlo de nuevo pero no lo logró, los Eagles se cayeron en su totalidad. La realidad fue no haber completado su proyecto.



Porque es lo más difícil: a veces te la pasas años formando un proyecto que justo cuando te falta un poco, solo un poco, es cuando más probabilidades tienes de fallar. El gran ejemplo son los Ravens del principio de la década: una gran plantilla que se quedó a un QB decente de tener la oportunidad de formar una dinastía. También suele suceder que los proyectos fracasan. No porque no valga la pena, sino porque solo les faltó que los dioses del football voltearan a verlos. Los Vikings de a finales de los noventa, (cualquier equipo de los Vikings en cualquier época), los Raiders de los setenta y al principio del año 2000. Los Chargers de la década pasada. Los Bills. No podemos decir que estuvieran mal construidos, solo la diosa Fortuna no volteó a verlos y eso es necesario para la conquista de la gloria. No lo digo yo, lo dice Maquiavelo.

Y el fracaso de esos proyectos le rompen el alma a los equipos y a los aficionados. A la larga la cultura perdedora forma a ser parte de su vida y romper el maleficio es algo muy difícil. Los Cardinals lo saben. Y me temo que los Texans están a un fracaso más de ser parte de ese bloque tan oscuro y triste.


Rick Smith es un tipo al que le han tenido una gran paciencia. Llegó a los Texans en el 2006 y desde ahí ha construido con sabiduría, con buenos jugadores y ha decidido, dentro de lo que cabe, buenos HC. Aunque yo pienso que la tibieza de Gary Kubiak fue una parte importante de su fracaso al frente de los Texans, definitivamente la elección de Wade Phillips hizo que diera un gran salto de calidad la unidad defensiva, después vino Romeo Crennel y más de lo mismo. Ha tenido grandes drafts y muy buenos jugadores, pero siempre le ha faltado algo: un quarterback de verdad. Eso es todo. Buenos corredores, receptores, líneas, front sevens, secundarias, todo, excepto un mariscal de campo que valga la pena. Y cuando lo tuvo, los grandes años de Matt Schaub terminaron en lesiones o derrumbándose. Y ahora tiene de nuevo un gran bloque, con un entrenador prudente y en una división débil.

El año pasado hicieron una movida que era más bien signo de desesperación: la firma multimillonaria por Brock Osweiler por 72 millones de dólares. La historia ya la he hablado y no necesito profundizar en ello. El QB fue terrible y desperdició una plantilla extraordinaria. Y aun así para que veamos la calidad del equipo de Houston: aun sin quarterback terminaron 9-7 y pelearon una primera mitad memorable contra los Patriots en Boston. Sin embargo al inicio de la free agency se supo que querían hacer algo y ya: no desperdiciar más esta gran plantilla y lanzarse de lleno por la caza de un QB. Soltaron a Osweiler y se quedaron con Tom Savage. Estando claro que Savage no es la respuesta a nada por un momento se rumoreó la llegada de Tony Romo, también la de Jimmy Garoppolo. Al final no hubo nada y decidieron irse por una elección en el draft: Deshaun Watson.


El rookie convenció y se ganó el corazón de muchos al ganarle la final en la colegial a Alabama con una gran actuación. Después fue elegido en primera ronda por los Texans, actualmente ya entrena y juega con el primer equipo, todo apunta a que será el titular desde el primer día. Su primer juego contra los Panthers a mí no me gustó casi nada, lanzaba muy mal y sin control, parecía querer correr a la primera que tenía la oportunidad y el mundo se le cerraba. Sin embargo su juego contra los Patriots me sorprendió un poco. Parecía tener más control sobre la ofensiva y más calma en cada jugada. Ganarle a los Pats no es cualquier cosa, aun en pre temporada, pero el tipo parece tener futuro. Sin embargo ustedes saben mi opinión al respecto de estos jugadores scramblers: hasta no ver no creer, y a mi Watson me recuerda muchísimo al ínclito Colin Kaepernick. Sin embargo a su favor tiene algo que el otro no: Bill O’Brien tiene mucha más prudencia que Harbaugh como para darle al rienda suelta a su QB. La cuestión está en que este proyecto de los Texans tiene años y parece haber llegado a su punto álgido: ya no hay nada más que agregar, todo en el equipo es muy bueno o muy sólido, todos hacen bien su trabajo y son un equipo rocoso y duro. Pero les falta un líder y alguien que ponga pie con bola de una puta vez en el campo.

Para mi este es el último año de esta plantilla. El todo o nada para los Houston Texans. La edad está por pasar y sobre todo, su cordura emocional, la realidad es que aunque quieran vender que Watson esta para aprender, él tiene que ganar y hacerlo ya. Para eso está, salir al campo y explotar al máximo.  Una nueva derrota en ronda divisional es un fracaso para ellos.


Hoy en día la AFC está muy cerrada: todo mundo parecemos dar por sentado que los Patriots jugarán su séptima final de conferencia consecutiva. Pero Raiders, Steelers, Chiefs y estos Texans no solo tienen que luchar con todo, todos esos equipos TIENEN la obligación de jugar en al final sí o sí. Será un gran año y no me sorprendería que algunos de estos cinco serán los representantes en el Super Bowl por parte de la AFC este año.

Será un año divertido.


Correo: franciscolozano1321@gmail.com / Twitter: @clarkmorales

Comentarios

  1. Hola, Paco, soy Javier.
    No sé quién es todo el mundo que asegura que los Patriots ya están en la SB. Ganar es MUY DIFÍCIL. Parece que quien no lo hace no sabe lo difícil que es -lo digo en general, no aludo a nadie en particular.
    En cuanto a dinastías... eso ya, si ganar una SB es muy difícil, ganar varias en pocos años, con el límite salarial, es CASI IMPOSIBLE.

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