El auténtico problema de los Oakland Raiders (pseudo previa)

Hoy ha llegado el momento de que hable de Jack Del Río. Yo, aficionado de los Oakland Raiders y escritor de este blog, (o intento de blog) de football americano.

Les voy a decir que a mi Del Río no me gusta ni ahora, ni antes. No se si después empiece a hacerlo. Y fui de los pocos que no estuvieron de acuerdo con su decisión de parte de Mckenzie el día que fue anunciado. No es que lo odie precisamente, pero sus Jaguars siempre me deprimieron. Nunca se me hicieron competitivos, ni con ganas de jugar ni nada. Para mi el equipo de Jacksonville siguen arrastrando esos problemas de apatía herencia de su enorme gestión que llevó nueve años. Tampoco es que su defensa se me hiciera muy poderosa, hablo claro de sus días en Denver. Siempre se me hizo una mala copia de John Fox que no tenía ni su disciplina ni su ojo crítico para hacer funcionar el reloj.




Llegó a los Raiders poniéndolos en 7-9 primero y luego 12-4 el año pasado, hasta playoffs. Sin embargo al final de la campaña el equipo demostró su verdadera cara: un equipo triste, sin ideas, que tenía un plan y no sabía adaptarse conforme las situaciones iban sucediendo. Cayó miserablemente en dos juegos consecutivos, todo se vio mal. La defensa apestaba, la ofensiva no tenía ideas de nada. Ni por aire, ni por tierra. Todo estaba mal y solo empeoraba. Entonces me di cuenta de algo: los Raiders tienen un muy mal entrenador pero un excelente mariscal de campo.

El año pasado ciertamente sorprendieron a muchos cuando tomaba decisiones tan radicales como jugársela en cuarta oportunidad, o en una conversión de dos puntos, etc. Pero hay una diferencia muy grande entre tomar riesgos, o ser de los entrenadores que toma riesgos y jugársela en algunas ocasiones. También es muy notorio, y uno se da cuenta muy rápido de eso, que el talento de Derek Carr es enorme: desde aquella cuarta y tres que supo poner perfectamente en las manos de Michael Crabtree contra los Chargers, hasta sus pases perfectos contra los Ravens donde le dejaron hacer lo quisieran… pero mas de una vez Del Río dio ciertas muestras de su conservadora manera de ser: en la semana dos enfrentando una cuarta y dos contra los Falcons decidió darle el balón a su FB para que fuera por las yardas difíciles. En la semana 14 contra los Chiefs fue incapaz de cambiar su plan de juego y dejó que Carr se hinchara de lanzar aun cuando su ataque terrestre promediaba mas de 4 yardas… en realidad Del Río daba a entender que su mentalidad no había cambiado, solo le daba mucha libertad a su quarterback. Pero los dos últimos juegos contra Denver y luego contra Houston el equipo se vio terrible: básicamente fueron incapaces de cambiar su plan ofensivo, solo hasta el final cuando ya perdían por una gran diferencia decidieron empezar a lanzar… yo se que juegas sin tu quarterback titular y probablemente no le tengas toda la confianza a sus suplentes, pero el ingenio de sus planes ofensivos eran deplorables. A esto hay que sumarle la inagotable ayuda de Bill Musgrave, el tipo mas cerrado y cuadrado para hacer un plan de juego de toda la NFL, era simplemente desesperante, no solo la manera que armaba sus drives, sino su selección de jugadas, los Raiders tienen toda la capacidad para montar un circo aéreo y terrestre, para poder entorpecer y vencer a cualquier defensa que se les pusiera enfrente, y entonces de repente ver una cuarta y dos por avanzar y dársela a tu fullback… disculpen la expresión pero, puta madre, se puede pudrir ese vago intento de coordinador ofensivo en Denver enseñándole a Trevor Siemian y a Paxton Lynch.



Y pues eso, esa es mi queja con Jack Del Río; sin embargo he de decir que esta offseason algo en mi opinión de el cambió: por primera vez en lo que tengo de saber de esta liga, nunca había visto una temporada baja de un equipo comandado por Jack Del Río que sufriera tantos cambios tan radicales. Habitualmente la misiva de los Jaguars era “okay, solo las piezas que nos hacen falta y mejoraremos en el draft”. 

Lo primero fue que se deshicieron de Musgrave. Para ponerlo en comparación, Musgrave había sido el coordinador ofensivo de los Jagaurs, justamente. Y en vez de eso trajeron a Todd Downing, un tipo que desde el principio ha puesto en claro que su mentalidad es explotar al máximo de cualquier manera la ofensiva. La otra cosa es que trajo a John Pagano como asistente de la defensiva y eso significa que es realmente un avance en comparación a la basura del año pasado.

Después las contrataciones para el equipo… Marshawn Lynch, Jared Cook y Cordarelle Patterson no son poca cosa, pienso que la idea del equipo y del staff es llevar esta ofensiva a cualquier nivel posible, pensando tal vez en una especie de The greatest show on turf.. o una K-gun, por decir ejemplos.



Y eso fue justamente lo que ha hecho que esta temporada baja mi opinión sobre Del Río cambio un poco, solo un poco, pero bien leve. Por que por lo menos después de años finalmente está tomando nuevos riesgos y parece ser que el equipo entrará con otra mentalidad desde el primer día. Aún no tiene ni mi corazón, ni mi voto de confianza. Por ahora.

Pero Derek Carr si. Ah, como se quiere a ese tipo.

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Y bueno, una cosa mas: ¿recuerdan que les dije que a los Jaguars les faltaba un quarterback de verdad y que no me sorprendería que este año Blake Bortles diera un salto de calidad, aunque sea mínimo? Pues olvidenlo, el tipo lanzó cinco intercepciones el otro día en su práctica con el segundo equipo. O bien Jacksonville termina por desperdiciar un año mas, o bien está guardándose lo mejor para el final.

Correo: franciscolozano1321@gmail.com / Twitter: @clarkmorales


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