Quarterbacks drafteados en primera ronda (segunda parte y final)
Continúo con mi listado de quarterbacks drafteados. Esta vez
con los tres faltantes y que son a la vez un poco menos interesantes que los
anteriores dos. Y me explico con mi anterior punto: realmente las máximas
expectativas caían en Mayfield y en Darnold. El primero por el inconmensurable
talento que demostró durante su último año, tanto así que inclusive se había
rumoreado que los Patriots estaban dispuestos a tirar la casa por la ventana
para hacerse de sus servicios. El segundo porque es mucho más ortodoxo y además
porque bajo muchísimo su nivel durante el 2017. Los otros tres ases bajo la
manga son: Josh Rosen, Josh Allen y Lamarr Jackson.
El primero fue Rosen, un tipo que despertó dudas por su rendimiento.
Lo extraordinario de él fue el liderazgo que demostró toda la campaña. Esto lo
dejó bien en claro la primera jornada cuando regresó de un déficit de 34 puntos
para ganar 45-44 un juego muy difícil contra Texas A&M pero que logró que
sus bonos se dispararan. Y así paso toda la campaña, lanzando pases grandísimos
que cubrían medio mundo y que eran muy capaces. Sin embargo ahí es donde radicó
su gran problema: completó solo el 62 por ciento de sus envíos. En contra del
70% que promedió Mayfield. Y lanzó para 26 pases de TD y 10 intercepciones. La
verdad, números muy discretos. Tuvo buenos partidos pero en general parecía
querer solucionar muchos momentos difíciles con bombas y pases muy largos. Yo
personalmente no le veo mucho problema. En realidad me parece un pocket passer
muy bueno, sobrio y que además le cae de maravillas a Arizona. No es una jirafa
dentro del bolsillo de protección, tiene movilidad y creo que eso le puede ayudar
mucho a David Johnson, además me parece que es el jugador ideal para lanzarle a
Larry Fitzgerald. Claro, hay puntos que mejorar, pedirle que tenga la cabeza
fría y saber comandar ofensivas de 4 minutos, sin embargo no mostró problemas
de liderazgo como Darnold, así que confío en él; dicho lo anterior no creo ni a
palos que sea el mejor quarterback drafteado de este año, solo que tiene el
potencial para desarrollarse como un mariscal de campo exitoso en la liga.
Y después quedaron los dos más controvertidas: Josh Allen y
Lamarr Jackson. El primero tuvo una campaña en el 2016 de 3,200 yardas con 28
touchdowns y 15 intercepciones. Para después tener uno de… 1800 yardas, 16
touchdowns y 6 intercepciones. Un año triste a comparación del anterior. No hay
una explicación exacta de que sucedió, solo bajó su rendimiento de una manera increíble,
y así como parecía ser el número uno hace prácticamente en un año cayó hasta el
número 16 con los Buffalo Bills. Los Bills estaban en un gran problema:
necesitan un quarterback ya y Allen era el único de los cuatro que estaba
disponible. No es un mariscal tan pulido pero tiene un gran potencial, siendo
comparado frecuentemente con Carson Wentz. Allen tiene un brazo enorme, que tira
bombas de 50-60 yardas sin despeinarse y eso siempre es bueno para un mariscal
de campo. Sin embargo aquí el problema es como lo van a rodear. Los Bills están
prácticamente en ceros, ¿a quién le va a lanzar, a Zay Jones? Al menos estará
acompañado por Lesean Mccoy y tendrá una buena línea ofensiva. Sin embargo
dejaron escapar una free agency y un draft que tenía muy buenos prospectos, (de
hecho fue una gran crítica hacia su draft, pero ese es otro asunto). Fuera de
eso le falta poder controlar su brazo, arroparlo bien y desarrollarlo. Y tomar
el todo por los cuernos y perfilarse a ser duros dentro de esa división de una
buena vez por todas.
Y el último es Lamarr Jackson. A mí no me gustan esos
quarterbacks. No me gusta ni Michael Vick, ni Jameis Winston, ni Marcus
Mariota, ni nadie. De écho el único que me agrada es Cam Newton. No tengo mucho
que decir aquí, Jackson me parece un producto acabado, pero es solo un gran
atleta. No le veo mucha presencia en el pocket y eso es lo peor, a ese tipo de
jugadores empiezan a encontrarle que si no se sienten tranquilos en el bolsillo
de protección se las ingenian para sacarlos, y ahí golpearlos, bajarles la
moral o confundirlos. Sin embargo, pensando en los Ravens nos damos cuenta que
no había de mucho: era Jackson, o esperar a un tipo como Luke Faulk, Mason
Rudolph, pagar un dineral por Nick Foles o morir con Flacco para el próximo año.
Ahora bien, hay una cosa por la cual se debe tener mucho
cuidado con este tipo de jugadores y que lo resintieron mucho los Falcons en
los primeros años post-Vick: Atlanta se esforzó tanto por hacer un conjunto que
se adaptara a las habilidades de su mariscal de campo que una vez que se dieron
cuenta que no funcionaban ya no podían hacer nada: se convirtieron esclavos de
un sistema que solo funcionaba de una manera y que las defensas ya se habían
dado cuenta de ello. Esto no solo ha sucedido así. Los Titans, los Buccaneers y
los Panthers, (aunque me duele aceptarlo), han construido equipos que le
favorecen a las habilidades de sus mariscales de campo. No hay vuelta atrás, y
si los Ravens se dan cuenta que no era lo que estaban buscando en Jackson estarán
metido en un problema que les llevará años arreglar. Yo lo veo como una medida
desesperada al tener que arreglar el problema que tienen con su mariscal de
campo actual, pero la falta de visión y calma mental les puede llevar a
afrontar otro inconveniente más fuerte.
Y bien, es todo lo que tengo que decir. No le deseo el mal a
nadie y espero que todos tengan carreras interesantes dentro de la NFL. Que no
lo crea es otra cosa. Que ganas que se acerque la temporada de una buena vez.
Correo: franciscolozano1321@gmail.com / Twitter: @clarkmorales
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