Negocios


Hemos vivido tres días de puta locura. Esa es la única manera de referirnos a lo que ha sucedido alrededor de la NFL en cuestión de horas. De repente y de nadie sabe dónde, cómo ni porque,  un equipo se estaba haciendo, otro se estaba muriendo y uno más estaba llorando. ¿Quién decía que los negocios no eran divertidos?





Los Browns se hicieron de la noche a la mañana con un equipo competitivo. Mandaron su 123 por Jarvis Landry. Unas horas más tarde mandaron su 65 por Tyrod Taylor y ese mismo día apenas unos 40 minutos después mandaron sus selecciones de medias rondas y a Deshone Kizer por Damarious Randall en un canje con los Green Bay Packers. Casi todo mundo en redes sociales estaba atacado de risa, con los ojos llenos de lágrimas, doblegándose ante sus computadoras, (excepto los fanáticos de los Dolphins claro está), y casi nadie se lo podía creer: los Cleveland Browns en cuestión de poco menos de tres horas se habían hecho de una ofensiva medianamente competitiva y un núcleo defensivo sobre el cual trabajar. Y todo por la módica cantidad de selecciones de rondas medias en el próximo draft. Y que decirles de sus contrapartes. Este es probablemente la cima de la incompetencia de Ted Thompson. Green Bay tiene años sin una secundaria decente. ¿El único cornerback “bueno”? Lo mandas por un mariscal como Deshone Kizer. Que de Kizer a Hundley no hay mucha diferencia. Y un grupo de rondas medias. Dios santo. Denle un aplauso. Y hasta eso, el trade hacia Buffalo es bastante decente. Tyrod Taylor si cuesta una tercera ronda de draft. Y aunque Taylor no es la gran cosa es mejor que nada, y nada es mejor que Kizer, por ende es una mejoría. Pero lo que sí una reverenda insensatez fue el trade por Landry. Pick número 123 por un Jarvis Landry. Vámonos entendiendo que a mi Landry tampoco se me hace una cosa de otro mundo, y que no cuesta 16 millones. Pero con un equipo como los Browns que tiene 72 millones en el salary cap y que necesita encontrarle algo al lado de Josh Gordon suena bastante bien. Si todo marcha como debe la próxima ofensiva contarán con Jarvis Landry, Josh Gordon, Saquon Barkley y Tyrod Taylor lo cual suena bastante decente. Pero lo que está sucediendo en Miami es una cosa de otro mundo. Tenían dos jugadores con impactos contra el salary cap enormes: Jarvis Landry con 16 millones y Ndamakung Suh con 17. Landry se estaba volviendo una loza muy pesada y Suh ya es más distracción, y aun así, aun siendo productivo no vale 17 millones. Ahora lo van a cortar y blah blah blah… están sujetos a un contrato y deberán, etcétera. Lo que hace un año en Miami parecía un proyecto muy interesante asentado en Jay Ajayi y Jarvis landry hoy en día es un deshuesadero que está comenzando a resentir los contratos inflados de hace años. Justo como los Raiders en el 2012 pero sin buenos jugadores que ofrecer para cambiar. Ahora están por cortar a Thomas y Timmons con Ryan Tannehill en el centro del huracán sin saber muy bien que hacer.

Y a todo esto es cuando me digo, no me sorprende para nada que los Patriots se hayan mantenido tantos años en la cima de la AFC, cuando vemos que a su alrededor los equipos de la conferencia se han empeñado en irse debilitando, en dar sus mejores jugadores, en hacer malas contrataciones, en tener QB’s con contratos infladísimos. Una vez más el resto de los equipos han dejado en claro que se esmeran porque, al menos la AFC Este sea su training camp hasta llegar a las últimas semanas de Enero. Sin embargo mis esperanzas guardo de ver una conferencia medianamente competitiva la próxima temporada. Buffalo completó una buena campaña con un equipo medianito, y haciéndose de una buena free agency y un buen draft pueden repetir las nueve, o inclusive aspirar a 10 u 11 victorias la campaña entrante. Oakland también ha estado un tanto cabizbajo en estos pocos días, aunque las fuentes dicen que planean entrar en una lucha por Doug Martin, (que suena interesante la idea) y que con una free agency y un draft decente pueden volver a ser un conjunto rocoso. Los Chargers siguen con el mismo núcleo, los Steelers ni se diga… en fin, en otras palabras: la AFC tiene equipos para darle guerra a los Patriots, es solo que se dejen de hacer el indio y se pongan a jugar football americano de una puñetera vez.



Del otro lado del globo tenemos el caso Richard Sherman. Ha pasado de ser el tipo más amado en Seattle a ser el más odiado. Apenas fue cortado y recibió múltiples intereses por parte de múltiples equipos de la liga siendo el más fuerte el de los 49ers. Se llevó apenas unas seis horas para que Sherman terminara firmando con sus rivales de división, San Francisco. Es indescriptible la cantidad de mensajes e indignaciones que sufrieron los fanáticos de Seattle en cuestión de horas. Ofensas de todo tipo le llegaron a Sherman, inclusive sus excompañeros de equipo estaban burlándose de su divisón. El contrato del jugador es por 39 millones a tres años de dólares. Sin embargo cuando se desmenuza bien, (una tarea ejecutada en la página de twitter oficial de una manera magnífica por parte de Jose Villelabeitia) es de apenas 7 millones por año más incentivos que se pueden convertir en 13. En realidad desde un punto de vista económico es una compra segura, relativamente barata, que le añade seguridad al perímetro y buena difusión comercial. Por el lado deportivo considerando que enfrente tiene a Jared Goff y a Rusell Wilson, pues no se pierde nada y se gana mucho. Por el lado de Sherman, cabrón, eso no se hace, que cambiar de equipo por tus rivales odiados es un golpe sucio… al igual que Brett Favre, Deion Sanders, James Harrison, Marcus Allen… es momento de crecer, esto es un negocio y a Sherman le va a ir bien, además de llegar a un equipo que va en una cuesta ascendente. Por el lado de Seattle estaba más que claro que ya era momento de desprenderse de él. Era mucho dinero y ya no era nada del otro mundo. Duele un poco pero como dije, son negocios. Ahora bien que lo que está montando San Francisco es de verse con cuidado. Los reportes indican que Dion Lewis y Allen Robinson están por hacer visitas al equipo de la bahía. Serían dos buenos refuerzos, pero ante todo deben recordar que Robinson viene de una lesión en el tendón de Aquiles igual que Sherman y no se sabe cómo regresarán. Justamente como Miami hace un par de temporadas que firmaba a muy buenos jugadores pero que, bueno, ya saben cómo terminaron. Lo que si se merece un premio es la manera en que John Lynch ha llevado el control de la agencia libre, demostrando como los negocios han evolucionado en la NFL. Otorgando contratos seguros en caso de que suceda cualquier cosa se pueden zafar de ellos o dar poco dinero.

Han sucedido otros movimientos que no me parecen tan interesantes como los que ya mencioné: Aqib Talib ha pasado a los Rams en un canje que le da poco a Denver pero convierte al equipo de Los Ángeles en una de las mejores secundarias de toda la liga. Dominique Rodgers-Cromartie es cortado por los Gigantes y de inmediato ha suscitado especulaciones alrededor de la liga, tales como Raiders o Arizona. Torrey Smith pasa en canje de Eagles a Panthers en un movimiento que le da más armas a Cam Newton y en lo personal me parece muy bueno. Los Bucs firmaron a Mike Evans a cinco años y 82 millones de dólares; una gran decisión. Los Titans cortaron a Demarco Murray y algún equipo necesitado de potencia en la posición de corredor como los Steelers o los Chargers pueden hacer una lucha. Casey Hayward fue renovado y es también una gran noticia para el equipo de Los Ángeles.


Tres días y esto está que arde. Tal parece que por donde se le vea, la NFL nunca decepciona.

Correo: franciscolozano1321@gmail.com / Twitter. @clarkmorales

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