Día al revés
Ayer fue el día al revés. Aquel capítulo
gracioso y extraño de Bob Esponja, (que de seguro los más chavales lo
recordaran) se cumplió: ganaron los Jets, los Jaguars, los Bills, los Bears,
los Vikings, los Saints. Hubo otros resultados que se dieron y ya se esperaban
como la victoria de los Patriots o la de los Titans. Sin embargo lo
sorprendente de esas victorias fueron los rendimientos de los jugadores, porque
nadie me dirá que se esperaban un rendimiento como el de los Texans, o una
patada de Elliot de 61 yardas para ganar un juego o que los Packers sufrieran
in extremis para ganar un partido apoyados de la magia de su quarterback, (eso
ya ni es sorpresa).
Y una cosa, no sé exactamente si fue porque era
día al revés, pero el partidazo que se cargó Jared Goff el Jueves es
remarcable. Vamos que ahora sí parece un QB de verdad, es más, parece un gran
gran quarterback. Yo no me lo creía: pase tras pase el tipo los hacía con una
facilidad pasmosa, un toque tremendo y una presencia de huevos en el pocket. Y
no es solamente una semana: lleva tres, tres al hilo dejándome con la boca
abierta. Claro, mucho ayuda tener a un corredor que sea capaz de sumar más de
100 yardas y dos TD, y tener enfrente a una defensa tan endeble como la es la
de los Niners. Pero aun cuando tengas un queso en frente poner pases tan
bonitos y preciosos como el que le mandó a Sammy Watkins, o el del primer
cuarto que voló perfectamente la cabeza del defensivo para que su receptor solo
tuviera que voltearse y poner las manos sobre el pecho. 817 yardas, 5 de
anotación y una intercepcion en apenas tres partidos y con un control sobre la
ofensiva tremendo. El resto del equipo me decepcionó mucho: creí que con Wade
Phillips como coordinador defensivo la unidad iba a ser destellante pero ha
dejado muchísimo a deber en los dos últimos juegos, los errores se acumularon y
a decir verdad más que partidazo fue un conjunto de despropósitos, (cosas tan
básicas como tomar un despeje) pero Goff se hinchó y si sigue así la división
estará a punta de tiro. Todo pasa por su brazo.
Uno de los resultados que más me sorprendieron
fue, como a todos probablemente, el de los Jaguars frente a los Ravens. 44-7
Madre mía. Pero, ah caray, esa no fue la más grande sorpresa del partido:
escúpanse a las manos y tállense los ojos, si usan lentes límpienlos: ¿listos,
de verdad, están listos? Lean con atención: Blake Bortles. 20 de 31. 244
yardas. 4, cuatro, CUATRO de anotación y CERO intercepciones. Dios mío. Por
fin, a más de un año de su temporada rookie volvió a parecer un QB de verdad. Y
cuidado, que con esa defensa que se están cargando que llevan 12 capturas en
tres partidos y a que Bortles tenga más días como los de hoy entonces los Jaguars,
tal cual maremoto llegarán a crear un caos en la conferencia.
Hablando de actuaciones rescatables: madre
mía, no sé si los Browns realmente son muy malos o Brisset es realmente una
joya: 17 de 24 para 259 yardas y un TD. 5 acarreos para 14 yardas y dos de
anotación. Los Colts no solo ganaron, también parecieron que son un equipo de
verdad que le gusta jugar y vivir. Del otro lado más decepción: al principio de
la temporada los Browns parecían tener un proyecto más o menos interesante con proyección
para ganar unos cuantos partidos y un mariscal más o menos buenos. Ahora
volvemos a verlos como un equipo mediocre, que ni ellos saben que están haciendo,
de nuevo.
Y por otro lado parece ser que Josh Mccown
decidió que ayer sería el día que se levantaría a jugar, el partido del año
para él, ese en el que justifica como a mas de 14 años sigue teniendo junto a
Julius Pepper trabajo en la liga. 18 de 23, un TD y 126.3 puntos de rating.
Dicho sea de paso los Jets le pasaron por encima a los Dolphins. La verdad no
se que esperar de Miami, me parece un equipo tan pero tan... insípido, que todo
parece estar haciéndolo bien pero que hace mucho dejaron de ser una franquicia
lo suficientemente orgullosa como para aspirar genuinamente a algo.
Eso y más sorpresas. Hubo otras que no fueron
tantas.
Tom Brady es Tom Brady, pese a quien le pese.
Una vez más, con una defensa porosa, arrastrada y que vive de big plays. La
verdad es que los Patriots jugaron un partido terrible para lo que ellos
representan: Brady sufrió cinco sacks, no llegaron ni a las 60 yardas
terrestres y tuvieron un fumble regresado para anotación. Permitieron más de
400 yardas a un equipo comandado por un rookie. Pero cuando tienes a un tipo
con la sangre de hierro nada es muy importante. Por ahora, no creo que
Belichick esté muy feliz por lo que han demostrado sus pupilos en hasta ahora
las 3 semanas de competencia.
Ah y les abro un paréntesis: puedes ser relativamente
nuevo en la posición o no tener tantas características. Pero cuando te regalan
un partido como a Corey Moore que dejó caer inexplicablemente un balón que
debía terminar interceptado, al final de un partido, para ganar, que clase de
chiste malo eres como defensive back. Y en esta liga lo que perdonas se te
regresa.
Y fíjense que algo que me llama mucho la
atención de este equipo es su enorme capacidad para no rendirse. Sobre todo de
Brady, luchar hasta el final y saber cambiar tu plan de juego. Con todo y
castigos, con todo y que tu línea no funcione.
El trago amargo de la jornada llegó el Domingo
por la noche. En televisión nacional los Raiders dieron uno de los espectáculos
más pobres, tristes y deprimentes que les recuerdo, y vaya que les he visto
partidos malos: Carr tuvo 96 yardas. El ataque terrestre en conjunto 32. La
defensa se tragó más de 450 yardas. Y al final del juego, mi desesperación, mi
frustración: ver a Jack Del Río en la banda, con su cara de tristeza y con “quiero que se acabe, a ver el vídeo y regañarlos” a falta de 7 minutos para
el término y estando abajo por 14. Sinceramente, no puede ser, no puede un
equipo contendiente tener esa pesadez, esa indiferencia, rendirse, yo entiendo
que en la NFL tienes días malos y que hay momentos que todo parece estar
jodido, pero Santo Cielo, no entreguen esa cara de fracaso en horario estelar,
no se den por vencidos a falta de medio cuarto. Luchen hasta el final. Y me
temo que lo peor es que Carr está siendo arrastrado por esa ola de mediocridad
de su entrenador: en este lapso que les digo lo vi impaciente, enojado,
expectante, saltando y pidiendo el balón y exigiéndole a sus jugadores que le
pusieran huevos al asunto. Y todos lo dejaron de seguir. De verdad, no hay nada
más frustrante que ver a alguien que quiere hacer de todo y lo abandonan. No es además la primera vez que hacen eso a lo largo de los tres últimos años. Del
partido no tengo nada que decir.
Y ahora, los apuntes generales:
* Dos semanas es muy poco tiempo para medir el verdadero
valor de un equipo. Espero que en algún punto los analistas lean esto que estoy
harto de escuchar “en lo que va de la campaña”... “es de lo mejor de la NFL
actual”... tres semanas no es nada, aún. De hecho solo hay un patrón que se ha
repetido y pienso que seguirá haciéndolo esta campaña: “Smith back... handoff
to Hunt... Hunt go the left had a block he run... oh my God here goes Hunt...
Kareem Hunt, fifty yard TD Kareem Hunt and the Chiefs takes the lead...
unbelievable”.
* Vaya vaya, quien lo iba a decir: los Bills 2-1
y si no fuera por un drop sería un 3-0. Yo sé, que apenas es la tercera semana y
lo que dije el párrafo anterior pero, al menos, al menos parece ser que al fin
tienen a un entrenador con la cabeza bien puesta.
* Vuelvo a repetir lo que dije antes: Jordan
Howard es un animal, y a como Tribunsky sea lo que parece ser que tanto se guardan
cuidado que tal vez no falte tanto para que los Bears terminen por repuntar.
* Y una vez más los Steelers: Big Ben cazándose
con Antonio Brown y después sin saber que hacer. Lo de siempre.
Correo: franciscolozano1321@gmail.com / Twitter: @clarkmorales
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