Una telenovela de Febrero

Recuerdo pocas offseasons tan muertas como esta. De repente, después del juego grande todo se calmó, entre la sensación agridulce que dejo el juego para muchos aficionados que se esperaban otra cosa, y los pocos movimientos que hay entre los equipos, la NFL se ha convertido en una telenovela en estos meses muertos mas que en una competencia.

                             

Eso es todo lo que hemos visto, drama tras drama tras drama. En Pittsburgh se deshizo finalmente las tres B, Bell ya está afuera del equipo, la franquicia publicó que no lo va a firmar de nuevo. Antonio Brown ya se reunió con Art Rooney y habló de su separación con el equipo y ya hay especulaciones de todo tipo acerca de su próximo paradero. Por si fuera poco ambos jugadores han hablado pestes de Roethlisberger de una forma u otra y eso es terrible para cualquier equipo. Y así como si nada, los Steelers, una franquicia orgullosa y reconocida por su sincretismo, se ha vuelto una novela de Televisa donde están en boca de todos por su dramatismo, mas que por sus virtudes deportivas. Algo que nunca pensamos que íbamos a ver en una franquicia como los acereros. Mi opinión de todo esto es que las palabras contra su mariscal los han dejado en la lona. No son los primeros miembros del equipo que arremeten contra el número siete, esta vez el vestidor puede perder algo mas que su quarterback, puede que haya una verdadera revolución o se encuentren distintas personalidades en un locker room que cada vez se fragmenta mas. La otra cuestión es que hasta ahora no ha habido palabras u opiniones de parte de los superiores acerca del tema. Ni Tomlin salió a decir alguna palabra ni los Rooney, solo la foto con Antonio Brown que pudimos apreciar y que puede caerle mal a algunos compañeros. Todo parece indicar que los Steelers son una bomba de tiempo.

Pero no es el único dramón. Hace unos días Robert Kraft fue arrestado por solicitar trabajos sexuales en un spa, delito que en EUA es penado. La cuestión no fue lo que Kraft haya pedido o no (cada quien es libre de hacer lo que quiere con quien quiere  cuando quiere), sino que se descubrió que la chica a la que lo solicito es parte de una red de trabajos forzados mundiales y puede ser que el dueño de los Patriots sea el inicio de un iceberg de problemas y asuntos turbios. Y ahora si, con toda la vergüenza del mundo, no hay nada que alguien pueda hacer para cubrir la reputación de un hombre que hasta hace poco era considerado una gran persona de negocios.

 

Ahí no acaban los dramas. Hoy se dio a conocer la suspensión indefinida de Randy Gregory (un completo bust para mi) y no parece tener un futuro en esta liga. También salieron los rumores de la suspensión de Kareem Hunt quien parece que se perderá entre 10 y 12 partidos y todo parece indicar que los Browns una vez mas han hecho un negocio terrible al firmar a alguien que probablemente estará disponible los últimos cuatro o seis partidos solamente y nadie sabe si será tan barato dentro de dos años.

En Jacksonville hay mas dramas, (aunque este ya es mas viejo) desde hace semanas cuando Tom Coughlin reprobó públicamente la actitud de Leonard Fournette y ya dio a entender que probablemente entrará en el mercado de trades donde mas de un equipo pueden ofrecer alguna mercancía considerable por el. Y por último en Denver apostaron por Joe Flacco en un canje con Baltimore que estos aceptaron gustosamente para liberarse de un problemón. Poco después los medios se entraron que Case Keenum y su familia no tomaron muy bien la decisión, y que el resto del locker room de los Broncos tampoco entendió muy bien la decisión de su gerente general por que apoyaban a Keenum (aunque este es un pelmazo hecho y derecho). 

 

Ah, que tristeza en que se está convirtiendo la NFL. Pero que nadie se engañe, no vengan a decir que de un tiempo acá la liga se ha transformado en una TV y Novelas inmensa, por que esa es también una mentira podrida. La liga siempre ha tenido estos problemas, que Michael Irvin y sus juegos de prostitutas lesbianas, Lawrence Taylor y su cocaína, Jerry Rice y su stick gum y Lyle Alzado y sus esteroides no fueron perlas en ningún punto. Que antes no existieran redes sociales para hablar tanto de ello es otra cosa, pero la NFL siempre ha sido así.

Así que pensemos lo que querramos, la NFL es, como diría Angélica Rivera en “Destilando amor”: una historia que ni en las mejores telenovelas se la creen.

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