El caso Rosen y la nostalgia por Andrew Luck

El pasado Viernes 29 de Agosto se supo que Josh Rosen sería el backup de los Miami Dolphins y
Ryan Fitzpatrick el titular. De inmediato saltaron las críticas y burlas en las redes sociales: que si
habían pagado mucho por un tipo que iba a estar en la banca. Que si Fitzpatrick va a volver a liarla,
que si la temporada de los Dolphins ya está perdida, y demás. Yo sin embargo no pienso eso, y voy a
explicar en estos párrafos porque tener a Rosen en la banca es la mejor decisión y de paso, me hizo
pensar de nuevo en el caso de Andrew Luck y porque su pérdida es tan dolorosa para la liga.




Primero: la temporada de los Dolphins ya estaba perdida, tal vez no tanto hace cuatro días pero
después del canje de Tunsil se han quedado en pelotas. Rosen estaba destinado a estar en la banca
desde el principio sobre todo porque, bueno, nadie sabe qué es lo que hay en el. Y es que venga,
que yo no entiendo cual es la manía de aventar a los lobos a los quarterbacks. Al revés, hemos visto
en lo que va de la década un puñado de quarterbacks arruinados sólo por el querer que jueguen
desde el primer día. Matt Leinart, Mark Sanchez, Vince Young, Jameis Winston, Marcus Mariota,
David Carr, Brandon Weeden, Colt Mccoy, Deshone Kizer… todos estos nombres con talento pero
por la insensatez de sus entrenadores de sacarlos a las primera de recambio se han quedado
hechos mierda. Sin ir tan lejos, el mismo ejemplo está en Miami con Ryan Tannehill, un jugador que a
mi, y para muchos, era el auténtico quarterback que necesitaba el equipo playero, pero la necedad
de ponerlo a jugar desde su primer día privó mucho su crecimiento como jugador. Hoy en día es
backup de otro que fue echado a los lobos desde el primer momento como lo fue Marcus Mariota y
si me lo preguntan no está muy lejos de quitarle el puesto titular.

Pero cuando vemos también en este milenio está plagado de otro puñado de jugadores que rindieron
a un alto nivel y que fueron echados a los perros desde el principio, pero todos tienen un gran “pero”.
Yo soy fanático de Rusell Wilson, pero Wilson ni de coña era el jugador que hoy es cuando inicio en
los Seahawks, de echo todo lo contrario, Wilson inició con una defensa portentosa y un ataque
terrestre que lo cuidaba cual niño que era. Un caso muy parecido es el de Ben Roethlisberger. El
gran quarterback inició desde su primer año, pero tenía un equipazo a su alrededor como eran los
Steelers de Cowher, además que lanzó para la mísera cantidad de 17 pases de anotación con 11
intercepciones y solo 296 intento de pase. Solo otras dos veces en su carrera tuvo menos de 400
intentos en una sola temporada. Esto demuestra que Big Ben solo se dedicaba a sacar a relucir su
brillo cuando lo ocupaba y no equivocarse. 

Y también hay la lista de muchos quarterbacks que han brillado porque fueron lo suficientemente
talentosos pero que fueron arrojados al frente desde el primer día: Peyton Manning tuvo 28
intercepciones su primera temporada. Cam Newton tuvo 19 pérdidas de balón su primera temporada.
Rodgers fue tan malo en sus intentos que hasta Favre tuvo que animarlo en ruedas de prensa. John
Elway fue sustituido varias veces durante su primer año porque simplemente era malísimo.

Y claro que hay excepciones: Matt Ryan (que a mi me parece un quarterback magnífico) llevó a su
equipo a un 11-5 en su primer año. Kurt Warner hizo una revolución con los Rams cuando llegó.
Deshaun Watson ha significado un alivio tremendo para su equipo desde su llegada con todo y
su lesión.





Ahora, les pondré una lista de nombres: Drew Brees, Tom Brady, Joe Montana, Phillip Rivers,
Aaron Rodgers, Brett Favre, Roger Stabauch, Terry Bradshaw, Patrick Mahomes, Ken Stabler.
¿Cuál es común de todos ellos? Estuvieron en la banca al menos un año. Y estar en la banca no es
sinónimo de aprender del titular de aquel año. Es sinónimo de ver la velocidad del juego, ver lo que
presentan las unidades contrarias, acostumbrarse  al ambiente, a los coaches, muchas cosas que
por mucho talento, necesitas, debes ir acostumbrándote.

Ahora, hay dos jugadores en la historia que llegaron a quemar la liga: Dan Marino y Andrew Luck.
Ninguno necesitó ni un momento en la banca para llegar a ser las máquinas que fueron. Les hablo
de jugadores muy inteligentes, con buenos brazos, fuertes, maduros, rápidos, que ya tomaban
decisiones geniales y sabían leer defensas, que tenían la magia, al confianza y la dureza mental
para momento difíciles. El primero ha pasado a ser una leyenda y el segundo será durante muchos
años un ejemplo de cómo echar a perder la vida de un quarterback genial con malas decisiones.



Con esto no quiero decir que Rosen sera el próximo Drew Brees o le ganara todas a los Patriots.
Pero lo que estoy muy seguro es que Rosen no es ni Marino, ni Luck. Rosen necesita estar en el
banquillo, básicamente porque nadie sabe que tienen en ese jugador. Su primer año con los
Cardinals fue desastroso. Se fue con 11 pases de anotación y 14 intercepciones, 2278 yardas y
con la sensación de que era basura. Claro que esto no es cierto, es que estaba en un equipo tan
malo, con una dirección desde la banda tan terrible y sin ayuda que era imposible que sobresaliera.
Por eso es que les digo, los únicos que saben que hay en Josh Rosen son los miembros del staff de
Miami.

Y aquí viene la pregunta: ¿Cuál es la necesidad de sacarlo a jugar si ya vimos lo malo que fue la
temporada pasada en un equipo muy malo y que estará de nuevo en otro equipo igual de malo,
(o peor)? ¿Por qué sacarlo con esa mierda de OL, quieren que termine de perder la confianza?
Rosen no está listo simplemente. Talento tiene, no por nada fue elegido en el pick 10 el año
pasado, dio destellos el 2018, claro que hay talento ahí. Y claramente no es ni Andrew Luck ni
Dan Marino. 

Lo que yo me pregunto es ¿Cual es la manía de sacar a jugar a los quarterback así de rápido? El
mayor ejemplo de ese afán son los Cleveland Browns: han echado a perder tantas carreras de
tantos jugadores que ni me acuerdo: Colt Mccoy, Kizer, Hogan, Brady Quinn, Connor Shaw… y no
se, muchos más. ¿Baker Mayfield, quieren venir a decirnos que Mayfield es un jugador de primer
nivel y que si a él le pasó a Rosen también? O dicho de otra forma, Rosen no es lo suficientemente
bueno porque no hizo lo que Mayfield hizo el año pasado. Me lo van a perdonar pero: ¿Qué coño
ha hecho Baker Mayfield para que me puedan decir que los quarterbacks deben salir a jugar como
titulares desde el primer día? Y si termina convirtiéndose en la élite de la liga, no se convertirá en la
regla, se tratará de un tipo muy bueno, pero no en la constante que todo QB debe jugar desde el
primer día cada snap.

Y ahora les mencionaré una lista de jugadores que fueron puestos detrás del snap el primer día y
que tuvieron buenos primeros años: Michael Vick, RGIII, Teddy Bridgewater, Andy Dalton, Jake
Locker, Carson Wentz, Derek Carr… ya no tengo que decir nada más. El proceso de madurez es
necesario para un quarterback y estar sentado un año al menos es lo mejor que le puede pasar.
Además Rosen tiene a su favor el hecho de que ya estuvo un año jugando, puede de alguna forma
complementar ese aprendizaje y transformarse en un quarterback que realmente valga la pena.

Y todo esto me hizo pensar de nuevo, que la pérdida de Andrew Luck es una verdadera pena, esa
es la verdadera valía deportiva del ex-jugador de los Colts: Luck era un quarterback total cuando
llegó del colegial. El no necesitó estar sentado un año, no necesitaba aprendizaje ni tutoría de nadie
más, ni siquiera necesito tener un buen entrenador para demostrar su valía. Es una verdadera pena
no ver a un jugador tan bueno de nuevo. 



Ahora, todo lo que les acabo de platicar es independiente del “plan” de mierda que tienen los
Dolphins que visto lo visto solo quieren matar a sus quarterbacks a como de lugar, pero de que es
buena idea dejarlo en el banquillo, lo es.

Correo: franciscolozano1321@gmail.com / Twitter: @nflagainst / Facebook: NFL against the world

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