Los Bears y el como no planificar tu franquicia

Finalmente ha comenzado la temporada, (gracias a Dios) y los que me siguen desde hace un rato sabrán que para mí la verdadera pre temporada es el primer mes: hemos visto en los dos últimos años a los Broncos empezar de manera genial y terminar cayéndose. También hemos visto a los Patriots y a los Giants empezaron muy mal y terminar muy bien. Es realmente el mes en el que los titulares se estiran y van soltando el brazo, se acostumbran a los golpes y demás. En otras palabras: no se crean una mierda de lo que hace bien o mal un equipo en este mes. Claro, si vez jugar a los Patriots como lo hicieron el Domingo por la noche puedes decir tranquilamente que darán una gran temporada. Por el contrario podemos decir "joder macho que bien jugaron los Packers" pero al final puede que sea una gran primera demostración simplemente.

Ahora, dicho lo dicho hay dos equipos que si que quiero hablarles, y es como estoy harto de que se hablen maravillas de los Chicago Bears y de los Cleveland Browns, y claro, me dispongo en este artículo a echar pestes sobre ellos y que sus aficionados me odien, pero algo así les puedo asegurar: su calidad está muy lejos a lo que todo mundo quiere o pensó que va a ver al inicio de la pretemporada hace ya unos meses.


Vamos primero con los Bears. Escuché y leí demasiado acerca de varias cosas que me parecieron sumamente extrañas: algunos hablaban maravillas de su cuerpo de receptores (?), otros que su ataque terrestre era una mala bestia, (?) Y otros que tienen un futuro de perlas. Yo no sé ustedes pero si creen que un equipo de receptores formado por Allen Robinson, Taylor Gabriel y Anthony Miller es de los mejores o más profundos de la liga, discúlpenme pero tienen un concepto muy raro de buen equipo de wide recievers. Ninguno de esos ni me parece, ni se ve como algún receptor número 1 peligroso, al contrario, todos parecen válvulas de escape, de esos que encuentran huecos en medio del campo y que te hacen yardas porque te olvidas de su presencia. Y eso justamente fue una de las clave de la derrota contra los Eagles en playoffs y contra los Packers el Jueves: nadie nadie realmente tenía miedo de los receptores, nadie se confía en tener que poner varios hombres atrás y nadie se preocupa por marcarlos como Dios manda. Porque son lo que son, será un equipo polivalente, pero no uno que de miedo de verdad.

A todo esto el ataque tiene dos verdaderos problemas: Mitch Trubisky y Matt Nagy. El primero es malo, admitámoslo, lleva tres años en la liga y todavía parece que está dando sus primeros pases. No es malísimo, no es un espanto, no es un horror, simplemente es malo y la verdad no se le ve cómo ni cuando va a mejorar si no lo ha hecho ya. El otro Matt Nagy, y es que venga, que todo lo quiere resolver con playcalling y soluciones a-pan-ta-llan-tes, hombre, que una cosa es la creatividad y otra muy diferente es que tu equipo no sea lo suficientemente sólido como para imponer un ataque como Dios manda. Y eso es algo que les vimos todo el 2018: los Bears rara vez tuvieron drives sólidos. Mucha jugadita especial y sorpresitas y la madre. Si, pero venga, si vives de esas jugadas tarde que temprano te encontrarán la manera de detenerte. Y vaya si lo hicieron: los Bears no pasaron de los 24 puntos en 11 juegos el año pasado, y no pasaron de los 16 en 4 ocasiones. Eso es muy grave. Ahora que si pones a un par de tackles molones, a un corredor de esos que parten la defensa y a un grupo de receptores que no trata de hacer nada más que su trabajo que es tomar le balón y asegurar primeros y dieces, claro, de huevos, que vas a ser una ofensiva machacona. Es lo mismo que han hecho los Patriots desde hace 20 años, los Steelers de Bill Cowher y como ganaron los Giants dos anillos. Es lo mismo que hicieron los Broncos cuando ganaron un campeonato y lo mismo con los Seahawks en su momento. Es más: dos ataque grises como lo fueron los Bucs del 2002 y los Ravens del 2000 también se llevaron sus anillos con los mismos elementos.


Porque un error enorme de Nagy el año pasado fue olvidarse de Jordan Howard uno de los mejores RB machacones 1-2 de la liga, un tipo de más de 1100 yardas en sus primeros dos años. ¿Por qué tuvo tanto éxito Tarik Cohen? Porque las defensas decían "acumulo 7 u 8 hombres en la caja y que sea lo que Dios quiera con Cohen", Howard tuvo una temporada un poco gris el año pasado pero el backfield era muy efectivo. Ahora que Howard ya no está, al menos el Jueves, las defensas se centraron en detener a Cohen y el ataque pasó una noche de perros. Y la verdad ni Davis ni Montgomery se ven como jugadores que puedan aportar ese pedo de Howard.

Porque esa es otra cuestión: los mismos jugadores que le gusta a Nagy para su ofensiva son en su mayoría livianos y rápidos, como Cohen o Taylor Gabriel. Y así está construida su línea ofensiva: no es tan grande ni tan musculosa ni tan ancha ni tan gorda como otras líneas, al revés, es muy ligera, muy rápida, hecha para ir por pases pantalla y salir si su quarterback lo necesita. ¿Qué quiero decir con esto? Qué es una ofensiva de ensueño, hecha para los fuegos artificiales y todo muy bonito pero que a la mera hora, se queda, y ya lo demostró, muy corta. 

Y ahora, a todo esto tenemos la defensiva, una de las mejores unidades de la línea sin duda alguna. ¿Pero, qué hay en el futuro? ¿Saben ustedes porque nadie quiso pujar por Khalil Mack, un all-pro? Por dos razones: iba a ser extremadamente caro y tenían que dejar muchos picks por el. Y fue lo que les pasó a los Bears, están metidos en un problema muuy profundo con Mack, primero: Mack les va a costar un huevo, mucho, y mucho tiempo. Tanto es así que a priori los Bears van a tener 18 millones de espacio en el salary cap el año que viene. 18 en la época actual es una mierda. Con eso puedes firmar dos o tres refuerzos y para de contar. Y claro, esa falta de espacio en el salary cap ya se está sintiendo: los Bears tienen la misma plantilla que hace un año, o hasta peor ahora que ya no está Howard y Adrian Amos. Y así seguirá por varios años más porque simplemente no tienen dinero.
¿Y si no tienes dinero, como mejoras tu plantilla? Pues en el draft. Exceptuando el hecho de que, pues, los Bears se irán en blanco en selecciones de primera ronda durante dos años seguidos, y han formado drafts grises durante tres años contando todas las selecciones que regalaron en el 2017 en canje por Trubisky.


¿Qué me dice todo esto? Me huele a una pésima planificación deportiva. A que Ryan Pace el gerente general un día se levanto y dijo "estoy a un jugador molón de ser un equipo molón... no me importa que tantas selecciones del draft perderé o cuanto dinero tengo que dejar, yo quiero a ese 52" y claro, los Bears se han quedado sin dinero y sin selecciones. Podríamos decir que es un equipo muy bien armado de pies a cabeza por varios años con buenos jugadores sujetos a buenos contratos. Pero en esta liga no puedes pasar varios años con la misma plantilla, simplemente debes hacer las cosas diferente, no tienes que ser infinitamente mejor, tienes que ser diferente al del año pasado.

Digan lo que quieran de Trubisky y de Nagy, pero este es un equipo muy muy incompleto. Puff, esto se alargo un poco mas de lo previsto, se ocupará otro día para hablar de los Browns que al parecer, como pensé en la micro previa de hace una semana, el excesivo hype le está pegando muy duro.

Correo; franciscolozano1321@gmail.com / Twitter: @nflagainst / Facebook: NFL against the world.

Comentarios

  1. Interesante punto de vista. Pero creo que los Bears hicieron una gran temporada el año que viene y que la planificación no ha sido nada mal. Veremos si finalmente tienes razón. saludos

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    1. Lo mismo digo, espero yo también equivocarme, no le deseo el mal a ninguna franquicia. Gracias también por expresar tu punto de vista con respeto.

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