It's a crazy game
La euforia
del Super Bowl fue enorme: la victoria de los Eagles, (su primer campeonato
desde 1960), la derrota de los Patriots, el asunto de Nick Foles, etcétera…
tanto que he notado que muchas personas han dejado de hablar de la liga en
tiempo récord, como si por alguna razón el juego nos dejó saciados totalmente
de football americano. Sin embargo, ya que ha sucedido el magno evento de la
liga deportiva me gustaría aportar mi opinión acerca de un tema que se ha
vuelto algo recurrente semana a semana en esta liga: la de la violencia en el
juego.
Durante el
partido una acción que a la larga resulto decisiva fue la salida de Brandin
Cooks a mediados del segundo cuarto por un golpe violentísimo de parte de
Malcolm Jenkins: Cooks tomó el balón en un gran pase de Tom Brady, se dio la
vuelta para ganar más yardas, se quedó quieto un momento y ahí llegó el safety
de los Eagles a golpearlo de una manera un tanto terrible en el costado
izquierdo. Cooks cayó como roca y no se levantó. Unos 20 minutos después se dio
a conocer la noticia de que se quedaría fuera del partido debido a una
conmoción cerebral. Fin de la historia. El hecho levantó algunas críticas y comentarios
en redes sociales acerca de que Jenkins debió haber sido castigado por rudeza
innecesaria. Desde luego no lo fue, si vemos bien el golpe podemos notar que
fue limpio, al final parece un leve contacto casco a casco pero no se ve en
ningún momento la intención de que Jenkins haya ido a la cabeza. Lo que si se
ve en la intención es sacarlo del juego, cosa que logró. Me llamó la
atención sobre todo el hecho de que tanta gente se horrorizó ante la acción,
pero la verdad es que llevamos semanas consecutivas viendo cualquier cantidad
de golpes violentísimos: en la ronda de comodines fue el golpe que sacó a
Travis Kelce del juego de Kansas City. Una semana después vimos a Andrew
Sendejeo y Michael Thomas sostener un encuentro durísimo que terminó en la salida del safety por conmoción; poco después fue el receptor
de los Saints el que se encarnó en una lucha a muerte con Xavier Rhodes. En la
final de conferencia americana tuvimos el golpe de Tashaun Gipson a Rob
Gronkowski y en la gran final el ya mencionado de Jenkins a Cooks. Todos estos
golpes fueron terriblemente satanizados en redes sociales como viciosos y
violentos y que se merecían muchos castigos de parte de los oficiales y de la
liga. Ahora bien, yo les diré un secreto no tan secreto: todos estos jugadores,
sin excepción buscaban sacar del campo a sus rivales. Esa es la realidad.
¿Por qué?
Porque se deben de buscar las mejores posiciones para ganar, porque solamente
hay dieciséis partidos y una derrota puede costarse el trabajo, porque en
playoffs debes ganar o ganar si no quieres irte a tu casa. Las personas
habitualmente suelen olvidarse que la NFL es un trabajo como en todas partes. Y
como en todas partes debes buscar la posición para ser el mejor calificado de
una manera u otra. Recuerdo la final de conferencia nacional de hace unos años
de los Giants contra los Niners: el juego en cuestión fue brutal, Eli fue
asediado todo el encuentro y las ofensivas se reinventaron una y otra vez. Al final
parecía que ya no veríamos mucho de nadie más. 17-17 llegaron al overtime y
pasaron siete tortuosos minutos que nadie parecía querer ganar. El final del
juego fue Kyle Williams con un fumble que dejó a New York anotar un field goal.
Durante todo el partido los equipos especiales de Giants tenían una misiva: ir a
por la rodilla de Kyle Williams. Todos los tackleos, o raspones que hacían para
para golpear su rodilla. Y lo que había sucedido es que el historial de
lesiones del jugador era precisamente eso: rodeando a su rodilla. Desde luego
Coughlin fue muy criticado por esta fijación que se tuvo, pero no pasó a mayores.
Sin embargo quedó a mi memoria.
Este año
tuvimos un ejemplo más de un juego extremadamente violento: hablo del Steelers –
Bengals del Monday night que terminó 23-20 en favor del equipo acerero. El
partido fue muy intenso, violentísimo y muy sucio por todas partes. Terminó con
Ju-ju Smith-Schuster con una suspensión por un partido en un golpe muy feo
sobre Vontaze Burfict. La verdad es que todo el juego estuvo lleno de acciones
como esa. Terminó con los ánimos muy calientes y recordando los partidos de la
vieja escuela. Al término de este mismo se le cuestionó al safety de los
Steelers Mike Mitchell que pensaba del tema. Este habló: esto es football
americano, si vas a tener miedo, busca algo más que hacer. De nuevo fue satanizado en redes sociales, diciendo
que promovía la violencia. Un día después Ray Lewis fue cuestionado acerca del
echo. Este habló fuerte y claro: “Esto es football americano, si vas a ponerte
un casco y unas hombreras estas dispuesto a ser golpeado y vas a golpear”… sus
compañeros de trabajo que comentaban la acción en NFL Network hablaban de que los golpes así estaban mal, que hay una manera de
tacklear, etc. En un punto él alguna vez linebacker de los Ravens se desesperó
y comenzó a hablar muy exaltado. “¿Recuerdan a Sugar Ray, recuerdan que terminaba
cubierto de sangre, porque amábamos a este tipo de cosas? Porque nos gusta la
brutalidad, es brutal, es lo que es, el
football americano es un juego loco y brutal, es violento, es la naturaleza del
deporte, no puedes ir por todas partes tratando de quitar lo que es, y es lo
que disfrutamos”. El hecho de escuchar a Ray Lewis diciendo estas palabras es
un poco interesante, siempre se ha distinguido por ser un caballero, que apoya
grupos religiosos y demás. Pero dentro del emparrillado era una bestia que más
de una vez dio golpes monstruosos. Y no solo eso, recordamos como un tipazo a
Hines Ward, pero también tenemos muy grabado el golpe que le propició a Ed Reed
en un juego contra los Ravens. Y también recuerdo a Larry Fitzgerald haciendo
lo mismo a Richard Sherman en un jueves por la noche de hace algunos años, y a
Golden Tate contra Sean Lee hace un lustro más o menos. Y los ejemplos
continúan: por donde se le vea hay violencia en el deporte.
Lo curioso
es que con el paso de los años hemos aprendido a ver la violencia con horror,
acusando a algunos jugadores de ser sucios y condenándolos a que no pertenecen
a la liga promoviendo la violencia. Creo que hay una diferencia entre una
jugada sucia y una jugada violenta. Pienso que el golpe de Danny Trevathan
hacia Davonte Adams en el tursday night fue una jugada sucia, donde el LB de
los Bears atacó sin misericordia al WR de los Packers a la cabeza. Y mucha
diferencia al golpe que le dio el mismo Ray Lewis a Eddie George muchas veces como el de la foto que puse arriba.
Casi todas terminaban en el suelo, con el caso volando, con las manos del
linebacker contra la cabeza del corredor. Búsquenlos en youtube, hay muchos y
son muy buenos para los amantes de los buenos golpes. ¿Eran golpes sucios esos?
Por supuesto que no, es parte del juego.
También
pienso que las excesivas reglas han hecho con el paso del tiempo a los
receptores cada vez más débiles. Ahora es muy común ver receptores pequeños,
ágiles, pero muy frágiles, como el mismo Brandin Cooks. Lo curioso es que
cuando vemos hacia atrás, en 1976 sucedió un golpe muy parecido, pero más
brutal aún: cuando en el Super Bowl XII Jack Tatum le dio probablemente el golpe
más fiero en la historia del juego grande a Sammy White: muy parecido al de
Jenkins a Cooks, pero más fuerte: Tatum lo golpeó directamente en un costado de
la cabeza. Aun así White se puso de pie y siguió en el partido. Esto nos puede
demostrar dos cosas: cómo ha cambiado el juego, la salud de los jugadores, y
como ha cambiado nuestra percepción de la violencia: lo que antes nos parecía
normal ahora lo vemos aterrados, y pienso que esto está mal.
No trato de
santificar la violencia, aunque eso es lo que parece, no trato de decirles que
golpes a la cabeza están bien. Lo que trato de decir es que la naturaleza del
football americano es violenta, es un deporte violento, es lo que entendemos
por football, cuando nos dicen americano no pensamos en tipos en la banda o en
pases muy largos, pensamos en golpes, en hombreras y personas bajando la
cabeza. Y pienso también que cada día que pasa la misma liga está suavizando
mucho el deporte, y nosotros lo vemos mal, pero sin darnos cuenta de que, justamente
de eso se trata el football americano.
En palabras de Ray Lewis: it's a crazy game.
Correo: franciscolozano_1321@gmail.com / Twitter: @clarkmorales
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