El elefante en medio de la habitación


Hay una metáfora que me gusta bastante, la cual fue utilizada por Gus Van Sant para ponerle el título a una película suya (espectacular, por cierto) y que se llama simplemente, el Elefante dentro de la habitación. Y es muy simple: el elefante es un problema enorme dentro de una habitación, pero como nadie quiere afrontarlo fingen saber que no hay ninguno, pero ahí está. Cuando el Sábado vi el juego entre los Colts y los Texans no pude evitar recordar aquella metáfora, hermosa, por cierto.




Y es que vi, por tercera vez en los últimos cuatro años, una gran plantilla perdiendo en playoffs. De nuevo, y sin importar el quarterback que esté, llámese T.Y. Yates, Matt Schaubb, Brock Osweiler o Deshaun Watson. Vi un gran elenco, una gran y sólida defensa, pero también una derrota muy dolorosa. Y vi también, que casi nadie quiere ver que Bill O’Brien es el elefante dentro de la habitación. Creo que O’Brien ha hecho un excelente trabajo en su administración al frente de los Texans. Ha tenido a menudo muchos problemas con sus plantillas. Muchas lesiones, y sobre todo muchos quarterbacks. Los Texans draftearon a Watson porque en parte necesitan un quarterback franquicia y además porque necesitan a alguien que no se aun chiste lanzando el balón. Pero luego llegaron los problemas de su línea ofensiva. Y la verdad es que cada vez que los Texans pierden en playoffs, nunca es por aquella razón por la cual fracasaron en temporada regular. Siempre es porque se siente un bajón de energía, una presión, una falta de preparación mental. Se siente que simplemente, Bill O’Brien no supo preparar bien a sus muchachos.

A mí me encantó la temporada de Houston. Creo que pasar de un 0-3 a un 9-3 es dificilísimo. Que los Texans hilvanaron 9 victorias consecutivas y eso en la NFL es algo muy difícil, independientemente de los rivales. No es algo que veas todos los días. Recuperarse de la nada y con el esperpento que significó su línea ofensiva, dice mucho de la calidad del staff del equipo. O’Brien ha sabido mantenerlos enfocados a lo largo de todos estos años. Es solo que a Houston siempre le falta algo. Una vez leí que era el equipo de los “ya casi”: ya casi tienen una plantilla completa, ya casi tienen un quarterback de verdad, ya casi tienen un cuerpo de receptores… pasan los años y los ya casi se siguen acumulando. Yo creo que debe ser momento que vean al centro de la habitación y se den cuenta de la verdad: Bill O’Brien ya le dio lo que tenía que darle al equipo. No es malo, no se tardará en encontrar trabajo y es buen coordinador ofensivo. Pero a Houston le falta ese punch, ese extra de motivación, esa pasión, ese algo. Ese algo que O’Brien ya no le da al equipo.


Dudo mucho que Bill O’Brien deje su puesto al menos para la próxima temporada, (si eso pasa traerán un HC disque revolución ofensiva como los Rams o los Bears), y creo que los Texans verán como su plantilla se va quedando sin mucho punch. Aún hay tiempo para arreglar las cosas. A JJ Watt, Clowney y Mercilus le quedan muchas gotas en el tanque, la ofensiva es joven,  un buen draft y una buena agencia libre deben ser suficientes para arreglar los problemas de la línea y de los receptores. Hace falta renovar un poco la secundaria, pero en general es muy buena. Tal vez me equivoque y si el equipo ha tenido muchos problemas, pero hasta ahora solo veo que tienen uno grande y no lo quieren ver.


Correo: franciscolozano1321@gmail.com / Twitter: @clarkmorales

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